Buenas
Como os comentamos en una anterior entrada, al comienzo de nuestra aventura recibimos una serie de regalos de lo más curiosos. Se trata de unos amuletos para que el éxito llegue a nuestra puerta.
No es que creamos en estas cosas pero tampoco está de más tenernos, y además, las personas que nos lo regalaron lo hicieron con toda la ilusión y el cariño. Así que os vamos a explicar en que consisten estos amuletos.
Por un lado está "la manzana roja". Según dicha superstición, tienen que regalarte una manzana roja, que previamente la persona que te la regala tiene que frotarla y limpiarla con las manos y una vez que te la regala, tienes que dejarla en un lugar visible (en este caso en la tienda).
Por otro lado, tenemos al archiconocido "San Pancracio". Este tiene que tener en el dedo una moneda de dos reales (en el caso que no tengas esta antigua moneda ya va bien con una moneda de 25 pesetas, aquellas que tienen un agujerín). Nosotros pusimos las dos monedas ya que nuestro abuelo conservaba una de estas monedas de dos reales y yo una de 25 pesetas. También va bien, según nos dijeron, poner perejil, pero este no es tan duradero. Así que optamos por dejar sólo las monedas.
Estos dos amuletos sirven para que el negocio vaya bien y que entren dineritos... según nos dijeron.
También nos regalaron un amuleto muy gracioso que nos llegó desde Japón. Un gato que mueve el bracico a modo de saludo. No hay que confundirlo con el gato dorado que vemos en los bazares orientales. Según la persona que nos lo regaló este tipo de gato-amuleto es típico de tierras niponas y no de china como pensábamos. Este gatino sirve para dar suerte y tiene que estar a la vista.
Por último, tenemos dos plantitas, una que dicen que da buena suerte y otra que dicen protege de las malas vibraciones. También nos trajeron una baina de 7 habas que sirve para que no nos falte el trabajo.
Bueno, comentada esta serie de curiosos amuletos que nos han llegado (y eso que nosotros no creemos en estas cosas) esperamos que haya sido de vuestro interés y curiosidad. A nosotros nos resulta curioso y gracioso... y por que no, un tanto "kitsch" para la tienda.
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